La violencia en Nuevo León se ha incrementado en los últimos años, con el surgimiento de nuevos grupos criminales que buscan controlar el tráfico de drogas y otros delitos. Esta situación ha provocado una escalada de violencia entre los cárteles, que se disputan el territorio para expandir sus actividades ilícitas.
Las autoridades han hecho esfuerzos por combatir la violencia relacionada con los cárteles, pero hasta ahora no han logrado contenerla. El gobierno estatal ha implementado programas para prevenir la violencia y mejorar la seguridad en la región, pero estas medidas no han sido suficientes para detener los crímenes relacionados con el crimen organizado. La situación sigue siendo preocupante y las autoridades deben tomar medidas urgentes para abordar este problema de raíz.
