La violencia en la región de Chilpancingo, Guerrero, ha alcanzado niveles preocupantes. Los últimos hechos violentos han sido protagonizados por el grupo delictivo conocido como Los Ardillos. Esta organización criminal se ha encargado de controlar el tráfico y los movimientos en la zona, imponiendo su propia ley a los habitantes del lugar.
Ante esta situación, la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez, se reunió con miembros del grupo delictivo para tratar de pacificar la región. Aunque ella dijo a medios que no fue para pactar nada, autoridades eclesiásticas afirmaron que intervino para intentar lograr un acuerdo entre ambas partes y así poder restablecer el orden en la zona.
Sin embargo, hasta ahora no hay resultados concretos sobre estas reuniones y los habitantes siguen viviendo bajo el temor constante a ser víctimas de actividades ilícitas por parte del grupo delictivo Los Ardillos. La presidenta municipal sigue buscando soluciones para poner fin a este escenario violento que amenaza con destruir toda una comunidad entera si no se toman las medidas necesarias lo antes posible.
