En el estado de Guerrero, los periodistas se enfrentan a una realidad difícil para ejercer su profesión. El 10 por ciento de los homicidios contra periodistas en todo el país se concentran aquí, siendo el segundo lugar más violento para ejercer la profesión en México. Gerardo Torres, Amado Ramírez, Marco Antonio López y Cecilio Molina son algunos de los nombres que forman parte del listado de periodistas asesinados en los últimos años.
Los reporteros tienen que trabajar con muchas reservas al momento de abordar temas relacionados con violencia, inseguridad o corrupción que puedan implicar algún atentado o ser violentadas sus garantías de libertad de expresión. “No se mata la verdad matando a periodistas” fue una frase que resonó durante la manifestación realizada hace una semana por el asesinato del comunicador Luis Martín Sánchez Iñiguez.
La situación es preocupante y las autoridades deben tomar cartas en el asunto para garantizar la integridad física y moral del gremio periodístico. “¿Quién será el próximo comunicador que será agredido o asesinado? Ya no queremos poner una gota más de sangre de periodistas” puntualizó Mata, quien exigió justicia ante este hecho tan lamentable.
