El Munal recuerda al muralista David Siqueiros como un luchador social y artista experimental
El Museo Nacional de Arte ofreció la intervención dramática 50 años sin Siqueiros
Desde el por qué cambió su nombre, de José de Jesús a David, pasando por sus experimentaciones plásticas, hasta aquellas anécdotas que fueron motor para denunciar las injusticias sociales a través de su obra, como Accidente en la mina, el Museo Nacional de Arte (Munal) ofreció la intervención dramática 50 años sin Siqueiros, en la cual se habló sobre la vida del muralista David Alfaro Siqueiros, a través de las obras que resguarda el recinto.
A cargo del Grupo Teatro Itinerante, quien hizo una representación dramática del artista, y con la asistencia del público en el Auditorio Adolfo Best Maugard, se inició un viaje en el que se transitó por los años mozos de Siqueiros, cuando era parte de las Escuelas de Pintura al Aire Libre, época en que pintó, con solo 17 años, Los campesinos, la cual muestra a unos “personajes llenos de fuerza y dignidad” y que se puede apreciar en el recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).
Asimismo, se recordó su participación en las huelgas estudiantiles de la antigua Academia de San Carlos, pero también en la Guerra Civil española, donde fue teniente coronel de las brigadas 46 y 86, experiencia que le valió el sobrenombre de El Coronelazo.
Si pensáramos en alguna injusticia y tratáramos de signarle un color, dijo, tal vez elegiríamos el rojo, como el artista lo hizo para la pintura Madre proletaria (1931), la cual realizó mientras estaba en prisión domiciliaria en Taxco, Guerrero, época en la cual también realizo Niños esclavos (1930), con la cual retrató a las infancias forzadas a trabajar.
De su activismo político, se rememoró que, junto a Diego Rivera, fundó el Sindicato de Obreros, Técnicos, Pintores y Escultores, y crearon el periódico El machete. Pero también se habló sobre algunos aspectos de su vida personal, desde el hecho de que fue gracias a su primera esposa, Graciela Amador, que cambió su nombre a “David”, por el David de Miguel Ángel, hasta sus experimentaciones con la cámara fotográfica.
“Me gustó mucho la manera en que se interpretó a Siqueiros, porque me hizo sentir el poder y la fuerza que tenía este artista para rebelarse y cómo lo plasmaba en su arte, además de la gran imaginación que tenía. Se siente la esencia de Siqueiros. Agradecemos que nos ilustren con estas presentaciones”, expresó en entrevista, Evangelina del Río, visitante del museo.
“No conocía la vida de Siqueiros y a eso venimos, a conocerlo, pues uno solo conoce el nombre, pero no lo que hizo o su obra. Saber el por qué cambió su nombre fue muy interesante y también acercarse al personaje”, agregó.
Los estudiantes Omar y Mario expresaron que no solo fue entretenida la presentación dramática del artista, sino que les ofreció nuevos datos sobre su vida y obra: “Además, la dinámica fue acertada para involucrar al público”.
Para Raymundo, visitante del recinto, la obra ejemplificó muy bien al artista, de carácter enérgico y estuvo muy bien contada, con mucho dinamismo. Agregó que esta experiencia le sirvió para conocer más a El Coronelazo y sugirió hacer lo mismo con otros artistas de la colección para conocerlos mejor.
En el contexto, el Munal emprendió nuevas experiencias para las visitantes, como “Cita a ciegas”, una actividad en la que 26 personas se reúnen en el recinto para conocer una pieza de la exposición XX en el XXI, como el autorretrato de Siqueiros, El coronelazo, o la pieza cubista de Diego Rivera, Paisaje zapatista. El objetivo, señaló el curador David Caliz, “es ofrecer nuevas formas de habitar los museos, pero también experimentar, sorprenderse y dejarnos asombrar por las obras”.
Estas actividades se realizaron como parte de la Noche de Museos de febrero, las cuales contaron con una multitud de visitantes que llenaron la plaza Manuel Tolsá, en espera de su entrada y llenaron las salas del recinto ubicado en Tacuba 8, Centro Histórico.