Hasta dentro de 33 años volverá a ocurrir aquí un eclipse total de sol como el que se aproxima…
El próximo lunes 8 de abril el evento astronómico podrá observarse en varios puntos del país de manera total o parcial.
En Palacio Nacional, durante la conferencia matutina del presidente López Obrador expertos destacaron la importancia del evento astronómico, un suceso único en la vida, ya que el próximo que se verá en nuestro país será hasta el 30 de marzo de 2052.
Miguel Chávez Dagostino, investigador del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), detalló que un eclipse de sol se da cuando la luna pasa por la órbita entre la tierra y el sol, lo que causa que su sombra se refleje sobre parte de nuestro planeta.
Manuel Corona, también investigador del INAOE, informó que en tres estados del país se presentará el eclipse total (se observará al 100 por ciento): Sinaloa, Coahuila y Durango; en tanto que en otros puntos será parcial y se observará entre 90 a 50 por ciento.
En la Ciudad de México la parcialidad será de 74.74 por ciento y en Puebla —donde se ubica el histórico observatorio de Tonantzintla, fundado por el destacado astrónomo mexicano Luis Enrique Erro— 70.44 por ciento.
Los científicos alertaron de no observar directamente el evento, sino usar filtros certificados, tampoco ver a través de celulares (haciendo fotos o video), telescopios o binoculares, en reflejo por espejos o agua, ni películas veladas, vidrios oscuros, a través de las nubes o lentes de sol, entre otros, pues podría causar ceguera parcial y total.
El primero en definir que un eclipse se da cuando la luna se interpone entre la tierra y el sol fue el filósofo griego Anaxágoras, en el año 428 antes de nuestra era, es decir desde hace más de 2 mil 500 años se conoce que la razón es la sombra de la Luna.
La observación del cielo ha sido inherente al ser humano, desde hace milenios el cosmos ha sido objeto de curiosidad.
De acuerdo con la titular del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencia y Tecnología, María Elena Álvarez-Buylla, la observación del cielo ha dejado conocimiento como en la agricultura.
Además, “se construyeron explotaciones mitológicas, maravillosas para darle sentido a los eclipses. Los mayas describieron como en términos de la mordida del sol, imaginaron a un monstruo que daba esa mordida”.