Investigación del galeón San José, el gran reto científico en el que se embarca Colombia
Jorge Gil Ángel/ Reportaje
Cartagena (Colombia), 25 may (EFE).- Colombia se embarcó en uno de los retos científicos más grandes de su historia: la investigación del galeón español San José, hundido por corsarios ingleses frente a las costas de Cartagena de Indias en el siglo XVIII y hallado en 2015 a más de 600 metros de profundidad.
Las autoridades emprendieron con mucho ánimo este trabajo, para el cual se articularon diferentes instituciones como el Ministerio de Culturas, la Armada y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia (Icanh).
“Asociado a la arqueología, la cultura y el patrimonio es la primera vez que hacemos un esfuerzo tan grande y en este Gobierno, particularmente, creer en las instituciones y en la capacidad que tenemos de hacer algo para mostrarle al mundo. Es un reto especial”, expresó a EFE el jefe de Intereses Marítimos y Fluviales de la Armada de Colombia, contralmirante Hermann León.
Tecnología y articulación
Esa institución puso al servicio del proyecto el buque ARC Caribe y toda su capacidad tecnológica para “poder bajar a 600 metros de profundidad” a observar el pecio, una tarea a la que sólo se dedicarán especialistas colombianos.
Para la investigación, que será de seis fases, el Gobierno colombiano también tomó ya una decisión que facilitará su trabajo: declarar como ‘Área Arqueológica Protegida de la Nación’ la zona donde está el galeón, cuyas coordenadas se mantienen en secreto para evitar que lleguen allí cazatesoros que puedan robarse lo que había en el San José.
“Esta es la primera área arqueológica protegida de Colombia en el espacio subacuático, es la primera de América a esta profundidad. Colombia está haciendo un proyecto de investigación como no se ha visto antes bajo los principios universales de protección del patrimonio y deben estar tranquilos de que esto es un proyecto científico para traer lo mejor de ese conocimiento a los colombianos”, añadió el contralmirante.
El San José, construido en 1698 en Guipúzcoa (España) y perteneciente a la Armada española, fue hundido el 8 de junio de 1708 durante un ataque de una flota de corsarios ingleses cuando se dirigía a Cartagena de Indias cargado, según crónicas de la época, con cerca de 11 millones de monedas de ocho escudos en oro y plata que había recogido en la feria de Portobelo (Panamá).
España, amparada en las normas de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), reclama la titularidad del galeón por tratarse de “un barco de Estado”, con su bandera.
El Gobierno colombiano, que declaró el San José “bien de interés cultural sumergido”, no descarta la colaboración con ese país para tratar el pecio como patrimonio compartido.
La importancia de investigar el San José
La directora del Icanh, Alhena Caicedo, explicó a EFE que la investigación del galeón es el resultado de “una intención de transformación de lo que implica la historia de Colombia, de transformar la valoración que hay sobre el patrimonio arqueológico y de darle al galeón San José un sentido de identidad nacional”.
“La idea es quitarle ese matiz un poco mitológico que lo ha convertido en un tesoro bastante controversial, en el cual la gente está intentado ver si hay oro, si hay plata, si hay metales preciosos y no si hay un texto arqueológico que nos puede dar unas respuestas muy interesantes sobre lo que ha sido la historia de Colombia y del Caribe”, expresó Caicedo.
Por esa razón la mirada está puesta en proteger el patrimonio arqueológico, en “garantizar un valor cultural” para Colombia en aras de mostrar un relato más local que europeo.
Para ese propósito, detalló la directora del Icanh, la investigación se alimenta de las voces de distintos actores, que van desde indígenas que reivindican sus derechos sobre el pecio hasta académicos expertos en temas de patrimonio.
“Queremos garantizar a través de esta investigación científica de alto nivel que haya múltiples voces, múltiples formas de pensar la historia y la memoria, múltiples historias, si se quiere, que nos permitan complejizar las lecturas que a veces tenemos sobre el pasado para poder tener una referencia de futuro muchísimo más interesante”, añadió.