El Pachuca se proclama campeón de la Concacaf y asistirá al Mundial de Clubes
Redacción
En una final siempre ocurre algo extraordinario. Más que un partido, es la congregación de ilusiones y esperanzas. Pachuca lo demostró en el estadio Hidalgo, suspendiendo la nostalgia de siete años de sequía en la Concacaf para inventarse sonrisas en una final ante el Columbus Crew (3-0), sellando así su boleto al Mundial de Clubes 2025. Ahora solo queda reconocerlo como un gigante de la zona.
Ningún otro equipo fuera de la capital ha ganado seis campeonatos en igual número de oportunidades (2002, 2007, 2008, 2009-10, 2016-17 y 2024). Cruz Azul necesitó épocas diferentes para llegar al mismo número y América, que sigue arriba con siete, solo perdió la última. Los Tuzos demostraron que querían ganar más que nadie.
Si antes se discutía la experiencia de su plantel, la personalidad de sus líderes y emblemas en el vestuario invitó a soñar con algo grande. Muchos tenían un duelo particular. “Las derrotas dejan enseñanzas para saber cómo jugar una final y manejar los nervios”, declaró el capitán argentino Gustavo Cabral. Después de caer en las semifinales de la Liga MX con América, la mayoría entendió el mensaje.
El partido, adelantado debido a las elecciones presidenciales, necesitaba momentos de felicidad. Miles de personas desgarraron la garganta a gritos: “¡Vaaamos Pachuuuca, queremos la Cooopa!”.
Los Tuzos agradecieron ese aliento luego de un inicio complicado. En menos de 10 minutos, el portero Carlos Moreno atajó dos pelotas de gol, frenando el ímpetu del rival. El intento más peligroso surgió del talento del uruguayo Diego Rossi, quien atacó con fuerza, como en instancias anteriores donde Tigres y Monterrey quedaron eliminados. La diferencia esta vez fue la eficacia.
Para volver a su mejor futbol, el uruguayo Guillermo Almada llamó a sus principales figuras. Si la comunicación desde su zona técnica era buena o mala importaba poco; buscaba que su tridente en ataque el venezolano Salomón Rondón, el neerlandés-marroquí Oussama Idrissi y Miguel Rodríguez fuera tan peligroso como una locomotora en marcha. La respuesta llegó de inmediato. Rondón remató un centro de Nelson Deossa para el 1-0 (12) y Rodríguez (32), con gran categoría, convirtió el segundo con un zurdazo que dejó al portero Patrick Schulte como simple espectador.
En medio de esa euforia, el árbitro Iván Barton anuló un posible doblete de Rondón por una falta y tuvo problemas de comunicación con el VAR, al punto de que sus asistentes cambiaron las pilas de su sistema de audio en el segundo tiempo. Una vez que Pachuca dejó de jugar al límite del riesgo, Rondón, campeón de goleo en la Liga MX, aseguró el boleto al Mundial de Clubes con una media vuelta de colección (67).
El dominio de los Tuzos era tan evidente que el estadio Hidalgo, sin venta de cerveza debido a la ley seca, pareció una plaza de toros. Además de alzar su sexto trofeo de la Copa de Campeones, el cuadro hidalguense aseguró su lugar en la élite del futbol mundial a nivel de clubes como el rey de la zona.