Internacional

Científicas de Ecuador podrán participar por primera vez en premio regional de la Unesco

Llamado a los hombres por la igualdad

Quito, 18 jul (EFE).- Científicas ecuatorianas podrán participar por primera vez en el premio regional L’Oréal–Unesco, una distinción que persigue fomentar la participación femenina en áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en Latinoamérica para contribuir a la igualdad de género.

“La importancia de que se una Ecuador radica en promover la labor científica de mujeres, que también tiene un efecto importante de ejemplo en las niñas”, aseveró en un entrevista con EFE la directora de la oficina de la Unesco en Quito, Saadia Sánchez Vegas.

La convocatoria de este reconocimiento, que se emplaza desde 1998, y que desde su creación ha premiado a más de 4 mil mujeres de todo el mundo, está abierta hasta el próximo 15 de agosto. Podrán presentar sus candidaturas las doctorandas y científicas ecuatorianas especializadas en áreas STEM.

Asimismo, como en ediciones anteriores, también podrán participar investigadoras de Colombia, Perú y Panamá, tanto si residen en sus países de origen como en el exterior.

Las candidatas deberán presentar su trayectoria profesional e indicar los proyectos científicos en los que están inmersas. Por último, se seleccionará a una científica destacada por cada país, a quienes se otorgará un monto de 10 mil dólares destinados a financiar proyectos de investigación en curso o futuros.

Científicas, menos del 50 % del personal investigador
En la mayoría de los países iberoamericanos, las científicas representan menos del 50 % del personal investigador, de acuerdo con datos del informe ‘El Estado de la Ciencia 2023’, publicado por la Unesco.

Sánchez Vegas afirmó que si bien cada vez hay un “reconocimiento mayor” de las científicas, “las cifras no destacan extraordinarios avances en materia de participación de las mujeres en la investigación científica y tecnológica”.

Según el estudio mencionado, en Ecuador el porcentaje de investigadoras, sin distinción por áreas del conocimiento, alcanza el 41,1 %, un porcentaje que desciende a 38,9 % en Panamá, 38,2 % en Colombia y 31,6 % en Perú.

No obstante, la también académica en Estudios de la Información apuntó que hay países como Argentina o Cuba donde se ha alcanzado la paridad, y matizó que América Latina y el Caribe “no es la región que menos avanza” en este ámbito. Sin embargo, reconoció que aún queda un largo camino para alcanzar la igualdad real.

Sólo 18 % ostenta cargos de responsabilidad
La participación de las mujeres en la carrera académica es entre un 22 % y un 40 % más baja que la de los hombres, según la Red Ecuatoriana de Mujeres Científicas (Remci).

Asimismo, de acuerdo con datos de Remci, sólo el 35 % de las investigadoras del país andino imparte docencia en la universidad y apenas un 18 % ostenta cargos de responsabilidad.

Sánchez Vegas apuntó que esta situación se debe a una “discriminación histórica” contra las mujeres y a “principios patriarcales que persisten” en todos los ámbitos de la sociedad.

Señaló, que ya desde niñas, muchas mujeres se ven obligadas a cumplir con los “roles domésticos” y “del cuidado”, una realidad que afecta de manera desproporcionada a los hogares más vulnerables, añadió. En consecuencia, la formación educativa de muchas jóvenes se ve truncada, anotó.

Y aseguró que los roles de género también obstaculizan el progreso laboral de las científicas ya egresadas, puesto que aquellas que deciden ser madres se ven ante la ausencia de conciliación y corresponsabilidad.

Llamado a los hombres por la igualdad
Es por ello que Sánchez Vegas llamó a que los hombres también se impliquen en las tareas del cuidado. “Necesitamos de la toma de conciencia de los hombres para que pueden convertirse en activistas de la igualdad de género a partir de unos roles saludables que conlleven a compartir responsabilidades con las mujeres”, dijo.

En este sentido, aplaudió los permisos de paternidad vigentes en el país, pero instó a las instituciones públicas de Ecuador a “desmontar y desnaturalizar los estereotipos” que impiden el desarrollo de las niñas y mujeres en el ámbito científico y académico.

Porque, como concluyó, al hacer suyas las palabras de la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, “el mundo necesita ciencia y la ciencia necesita a las mujeres”.

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