Consumo de agua de los turistas genera escasez del líquido entre locales: Académica ENES León
Viajar también es una oportunidad de adoptar prácticas sustentables
Ciudad de México, 24 Jul (Crisol).- Aunque puede variar según el lugar y la estación del año, un turista puede gastar hasta cuatro veces más agua en los lugares que visita que la que consumiría cada día en su casa lo que impacta en la calidad de vida de los lugareños y a largo plazo afecta a todos porque la escasez hídrica es un asunto de alcance global.
De acuerdo con Adriana Islas, responsable de la licenciatura en Turismo y Desarrollo Sostenible de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) de la UNAM unidad León, el desabastecimiento de agua puede provocar que el turismo sea un problema sobre el cual apenas se comenzó a analizar hasta hace poco.
El año pasado, el World Travel & Tourism Council calculó, por primera vez, a cuánto asciende la huella hídrica del turismo en el planeta. Los resultados presentados en la Conferencia de la ONU sobre el Agua 2023 destacan que quienes se dedican al sector se comprometieron a impulsar prácticas mucho más sustentables.
A nivel global, dijo la académica, el turismo usa poco menos del uno por ciento del agua dulce disponible en el mundo; en contraste, México (según datos de la Semarnat de 2019) consume el doble de dicho promedio. “Aquí se destina el dos por ciento de las reservas hídricas a la industria turística”.
Llamado a ser más responsables
Hoy, que en gran parte de México se vive un proceso de sequía es necesario modificar hábitos y a ser más responsables. “Durante las vacaciones, a todos nos gusta ducharnos sin prisa y tener siempre a mano toallas esponjosas junto a la regadera, y sábanas fragantes sobre la cama, pero ello tiene un costo ambiental, detalló.
“En respuesta, cada vez son más los hoteles que invitan a sus huéspedes a solicitar que no se lave su ropa de cama y baño a diario, iniciativa que cada vez goza de mayor aceptación”, algunos estudios sugieren que medidas como ésta representan un ahorro de hasta 50 litros de agua por persona, algo que multiplicado por los millones de individuos que abarrotan, año con año, los sitios de turismo masivo, nos da una idea de lo mucho que podemos disminuir nuestra huella hídrica a base de ir sumando pequeñas acciones, abundó.
Según la Organización Mundial de la Salud, la cantidad mínima de agua que requiere una persona para sus necesidades diarias deberían ser 100 litros, en México el gasto promedio es de 366 litros mientras que en Mozambique una persona sobrevive con 10 litros de agua al día, según refiere ONU-Habitat.
Visitar un destino turístico es una oportunidad para aprender de los ecosistemas locales y de las necesidades de la población. “Tomar esa conciencia es un abrir los ojos. No se trata de dejar de viajar, sino de modificar viejos hábitos. Cerrar bien los grifos, tomar duchas cortas, alojarnos en recintos con buenas prácticas hídricas y no pedir que laven nuestras toallas y sábanas a diario, es buen punto de inicio”.