Limpieza bajo el agua: el reto de descontaminar los mares griegos de redes y plásticos
Lefkada (Grecia), 25 jul (EFE).- Las aguas cristalinas que rodean centenares de islas griegas atraen cada año a millones de turistas, pero muchos de ellos ignoran el creciente “basurero” que se esconde bajo la superficie idílica, con toneladas de redes y residuos plásticos que ponen en peligro los ecosistemas marinos locales.
Más de una tonelada de residuos plásticos fueron sacados del fondo marino del pequeño puerto de Perigiali, en la isla de Lefkada, por los activistas de la ONG griega “Aegean Rebreath” en apenas dos días.
“Puedes ver todo lo que hemos sacado de un pequeño puerto de unos 200 metros cuadrados”, cuenta a EFE el presidente de la ONG, Yorgos Sarelakos, señalando decenas de neumáticos, sillas, botellas, tubos y otros residuos plásticos recuperados.
“Es muchísima basura, estoy consternado al ver que todo esto haya sido tirado al mar”, reconoce Frank Gerstenberg, un turista alemán que acudió con sus dos hijas al puerto para ayudar en la limpieza.
Desde su fundación en 2017, Aegean Rebreath ha organizado actividades de limpieza del fondo marino frente a una veintena de islas, puertos y playas de Grecia continental, recuperando hasta ahora unas 31 toneladas de redes de pesca abandonadas, 117 mil unidades de residuos plásticos, y unos 3 mil 500 neumáticos.
El equipo de buzos de la ONG usa un un robot sumergible de operación remota para determinar el lugar exacto dónde se encuentran las ‘redes fantasma’. Una vez localizadas, usan cuchillos y otras herramientas para desprenderlas del fondo y subirlas hasta la superficie con la ayuda de globos especiales. Finalmente, las descargan con un halador al pesquero de Musuras.
Las redes abandonadas son “una trampa mortal” para los mamíferos marinos y, dado que son de plástico, permanecen en el fondo destruyendo su topografía e impidiendo el desarrollo de vida en los arrecifes, señala Sarelakos, el presidente de la ONG.
La amenaza de los microplásticos
Las redes se pueden descomponer en microplásticos, partículas de hasta cinco milímetros que son ingeridas por peces y otras especies marinas. Muchas de ellas terminan en el organismo humano.
Arrastradas por las corrientes, pueden llegar a contaminar playas vírgenes o zonas protegidas donde no hay actividad humana, cuenta la arqueóloga submarina Marina Papanikolopulu.
Turismo y contaminación
Existe una “correlación directa” entre el turismo y el nivel de la contaminación, afirma Sarelakos, cuya ONG ha sacado plásticos de los mares de Santorini, Miconos, Paros, Milos, Skyros, Kos, Andros, Cefalonia y Creta.
“Vamos a las islas más turísticas y sus fondos del mar son literalmente unos basureros, mientras que en aquellas que no son tan turísticas, la contaminación está -digámoslo así- a un nivel aceptable”, recalca.