Los Cabos, confín paradisíaco de Baja California
Baja California, México, 9 ago (EFE) .- Para muchos turistas llegar hasta Los Cabos, la punta sur del estado mexicano de Baja California, el lugar donde se juntan el océano Pacífico y el mar de Cortés, es un gran atractivo. Todo invita a un viaje “on the road”, como en los viejos tiempos, de esos que casi ya no se practican.
Sus playas desiertas y un paisaje de dunas, cactus y montañas son una gran atracción para los turistas. Las condiciones geográficas de Baja California, península prolongación de la California estadounidense y separada del resto de México por el mar, han determinado su situación actual.
En la última década, Los Cabos ha pasado de ser un lugar remoto y aislado con malas carreteras y nada que hacer, a un destino turístico de lujo. Instalaciones hoteleras a pie de playa, con campos de golf y actividades marítimas se alzan a lo largo de los 35 kilómetros que separan las dos localidades principales: Cabo San Lucas y San José del Cabo.
Destino de lujo
Una autopista las une a través de lo que se conoce como el “corredor” de Los Cabos, en donde el desarrollo inmobiliario lo ha convertido en el destino más caro del país, el confín paradisíaco y selecto pensado para, por ejemplo, reunir a los mandatarios mundiales cuando se dan cita en México.
Allí se concentran las playas más hermosas y blancas y la mayor parte de las actividades marítimas. A diferencia del mar manso y cálido la Riviera Maya, en Los Cabos las aguas son frías y vigorosas, ventaja que favorece un ambiente tranquilo.
Junto al turismo selecto, los mil kilómetros 600 que separan Tijuana, en la frontera norte, con Los Cabos, dejan también mucho espacio para los aventureros que, a bordo de su propio auto, escapan a la aventura de perderse en el silencio de paisajes montañosos, desérticos, con abundancia de dunas, cactus e interminables playas vacías.
Hay una carretera central que recorre el Estado de norte a sur, un viaje maravillosamente polvoriento y de sensación cinematográfica. Se pasa por Ensenada, el principal puerto, por San Quintín, Guerrero Negro, Loreto y La Paz, la capital.
Los lugareños son suaves y educados, y sólo por la explosión de colores que estalla al llegar a alguna de sus ciudades uno recuerda que está en México, país de rica comida, libertad creativa y gente amable.
Al llegar a Los Cabos se constata una curiosa dualidad: la convivencia entre las grandes cadenas hoteleras ubicadas a lo largo del corredor, junto a tiendas de campaña instaladas en playas más apartadas. Entre los atractivos que ofrecen Los Cabos, además de leer y beber en una hamaca frente al mar, destaca la pesca deportiva, de hecho este es uno de los mejores destinos del mundo para tal fin.
La abundante presencia de marlín negro, rallado o azul, de atún, dorado, pez vela, tarpón, tiburón martillo o lubina, ha generado una gran actividad en cualquier época del año gracias al excelente clima.
San Lucas concentra la organización de la pesca deportiva. Muchos turistas optan por embarcarse hasta el famoso Arco, un promontorio montañoso con dicha forma debido a la acción milenaria de desgaste del viento y del agua.
El Arco es una visita obligada en Los Cabos, el punto de encuentro entre el Océano Pacífico y el Mar de Cortés, un lugar rico en lobos marinos, pelícanos y ballenas grises. Se recomienda alquilar una lancha o contemplarlo desde la bella terraza del restaurante italiano Da Giorgio, uno de los más reputados de la zona.
Además de la pesca, también se practica el buceo y el esnorquel, bien en los arrecifes de El Arco o de Playa Chilena, o bien en Cabo Pulmón, en el Cabo Este, una reserva natural con arrecifes únicos.
Se ofrecen travesías en kayak y viajes en minisubmarino para recorrer el fondo de las aguas y conocer las cascadas de arena y las diferentes especies que habitan.
Ecoturismo
La llegada de las ballenas grises entre diciembre y marzo se ha convertido en otro foco de interés permanente. Se trata de un espectáculo migratorio único que atrae la atención de numerosas familias con hijos.
El recorrido desde San José del Cabo, en el sur, hacia el norte por el este de la península, es uno de los recorridos más espectaculares e interesantes, por la belleza virgen y la inexistente presencia del hombre.
Para los amantes del ecoturismo, en Los Cabos se puede visitar Cactimundo, el jardín botánico de cactáceas más importante de México, con 850 especies de todo el mundo. El ecosistema del desierto, con dunas y cactus, se encuentra perfectamente preservado, y se puede conocer a través de alguna de las ofertas para recorridos en cuatrimotor.
San José del Cabo tiene 24 mil habitantes, su plaza, su iglesia colonial y sus callecitas llenas de comercio, son un pueblo tradicional. Cabo San Lucas representa el ajetreo, las discotecas y la vida nocturna.
La oferta gastronómica en Los Cabos es interesante, destaca por su elaboración, calidad y esencia mexicana el restaurante Los Arrecifes del Hotel Westin Regina, con una decoración espectacular y hermosas vistas al mar.
Los Cabos fue, durante años, parada habitual de aprovisionamiento para los piratas que esperaban la llegada de los galeones filipinos. Hernán Cortés pasó por San José, pero fueron los misioneros católicos quienes trajeron en el siglo XVIII la civilización europea.
Viajar a Baja California Sur es una propuesta seductora para los amantes de la naturaleza intacta o para quienes desean consentirse en la tranquilidad de unos establecimientos dotados de buenos restaurantes, centros de belleza junto al mar.