Bienestar

Casi 30 millones de mexicanos padecen de dolor crónico

De esa cifra, el 20% no recibe ningún tratamiento

Ciudad de México, 22 ago (Crisol).- En México, cerca de 29 millones de personas padecen dolor crónico, mientras que una de cada cuatro pueden sufrir este malestar en alguna etapa de su vida, y sólo 10 millones reciben un tratamiento adecuado.

Según el Instituto Farmacéutico (INEFAM), de esos 29 millones de personas, el 20% no recibe ningún tratamiento para el dolor crónico, otro 20% opta por métodos alternativos, y aunque 60% recibe algún medicamento, sólo la mitad tiene un tratamiento adecuado.

Durante el reciente Congreso Internacional de Dolor y Paliativos, organizado en la CDMX por la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), especialistas médicos presentaron recientes avances y técnicas para el manejo del dolor que afecta a millones de pacientes en nuestro país.

Se informó que el dolor puede ser una sensación intensa, molesta o desagradable que actúa como una alarma ante un daño potencial o real en nuestro cuerpo. Tal señal del sistema nervioso es un aviso de que algo no está bien y puede manifestarse de diversas formas, siendo agudo (de corta duración) o crónico (persistente en el tiempo).

Los expertos señalaron que prescribir un analgésico que sea seguro para los pacientes es fundamental, ya que permite aliviar el dolor sin poner en riesgo su salud a largo plazo.

En ese sentido, Ángel Juárez, presidente de la AMETD, informó que uno de los analgésicos que destaca por su seguridad y eficacia es el loxoprofeno, pues no sólo alivia eficazmente el dolor, sino que también protege a los pacientes de efectos adversos potencialmente graves, mejorando su calidad de vida y su bienestar general.

El médico abundó que el loxoprofeno es un analgésico y antiinflamatorio para el tratamiento del dolor provocado por la artritis reumatoide, osteoartritis, lumbago, y dolores post-quirúrgicos y post-traumáticos. Además, puede ser de 10 a 20 veces más potente que la indometacina, por lo que se necesita una dosis menor para lograr el mismo efecto antiinflamatorio.

El loxoprofeno se administra por vía oral y una de sus ventajas es que no irrita la mucosa gástrica, ya que se activa hasta que llega al hígado.

En su intervención, la encargada y fundadora del Departamento de Medicina del Dolor y Paliativa del Centro Estatal de Cancerología, de la ciudad de Chihuahua, María López-Collada Estrada, explicó que ese medicamento se elimina del cuerpo principalmente a través del riñón, las heces y otras vías, por lo que reduce la carga sobre el riñón en comparación con otros fármacos que se eliminan casi exclusivamente por vía renal.

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