Descubren nueva entidad biológica que vive en el cuerpo humano
Cd. de México, 7 nov (Crisol).- Un equipo internacional de científicos descubrió una nueva entidad biológica denominada obelisco, en las bacterias que habitan en la boca e intestinos del cuerpo humano, cuyos efectos y función aún se desconoce, pero que podría revolucionar la comprensión de los orígenes de la vida.
Como parte de esta investigación, liderada por el premio Nobel Andrew Fire, de la Universidad de Stanford, Estados Unidos, se decidió estudiar el microbioma humano, analizando muestras de heces de estudios previos de pacientes con diversos problemas intestinales.
Mediante análisis bioinformáticos, se detectó que alrededor del 7 por ciento de las muestras contenían unos novedosos agentes subvirales mínimos de ARN, que se bautizaron como obeliscos y que estaban presentes en personas enfermas y sanas, es decir, no parecen estar correlacionados con ninguna enfermedad.
En estudios posteriores, los investigadores también lograron detectar esta nueva entidad biológica en la microbiota bucal, en una cepa aislada de la bacteria Streptococcus Sanguínis, común en nuestra boca.
El estudio, realizado a partir de análisis bioinformáticos, descubrió que estas nuevas entidades biológicas son parte de nuestro microbioma, un complejo ecosistema microbiológico formado principalmente por bacterias, así como por hongos, protozoos, y sus parásitos, como los virus.
Esta compleja red biológica juega un papel esencial en nuestra salud llegando a ser responsable de enfermedades metabólicas, como la obesidad y la diabetes, o trastornos autoinmunitarios y enfermedades mentales, de ahí la importancia de estudiar sus componentes, sus funciones y sus interacciones.
Aunque sus funciones son desconocidas, los investigadores señalaron un posible papel en la regulación de la actividad celular con implicaciones significativas para la salud, ya que los microbiomas donde habitan estas bacterias influyen en numerosos aspectos fisiológicos, desde la digestión hasta el sistema inmunológico. Los detalles de la investigación se publicaron en la revista científica Cell.