Miami, E.U., 12 nov (Crisol).- Generalmente, las mujeres enfrentan mayores obstáculos y barreras en materia de salud, respecto a los hombres. Estudios presentados por especialistas de América Latina durante el “Roche Press Day 2024” destacan que los diagnósticos tardíos, escasos roles de liderazgo en investigación y aspectos culturales son algunos de los indicadores de desigualdad.
Aunado a ello, reseñaron las especialistas, las mujeres se encargan del cuidado de otros y anteponen a sus familias a la salud de ellas mismas; de hecho, cuando acuden al sistema de salud, las mujeres reciben un diagnóstico tardío en más de 700 tipos de enfermedades comparado con los hombres.
La población femenina gasta más en salud porque no hay una perspectiva en la atención a sus males, y además la participación de las mujeres en la economía se limita por esa atención médica inadecuada, dijo Claudia Restrepo Múnera, de Deloitte Latam. “Para atender su salud, las mujeres gastan de su bolsillo 18 por ciento más que los hombres”, puntualizó.
Advirtió que en Latinoamérica el cáncer de mama, el de cuello uterino y cervical requieren tratamientos más prolongados y costosos, sumado a que no hay acceso a tratamientos de última generación y eso genera un tratamiento más prolongado para las mujeres.
Tan solo por el hecho de ser mujeres tienen un 50 por ciento de mayor riesgo de tener un mal diagnóstico por ataque cardíaco; un lupus o enfermedad inmunológica en la mujer tiene una complejidad y como no ha sido estudiado lo suficiente, las pone en una condición de mortalidad mayor frente a un hombre, destacó Valentina Sartori, del Instituto de Salud McKinsey.
Destacó que, si bien las mujeres viven más que los hombres, ellas experimentan una carga de enfermedad de un 25 por ciento mayor que los hombres y tienen una peor salud en particular durante sus últimos años de vida.
Citó como ejemplo que 92 por ciento de las mujeres tienen síntomas en la menopausia, pero solo dos de ellas quedarán documentadas y tratadas, contrario a un problema de erección en hombres donde prácticamente en todos los casos es documentado.
Frente a este panorama de desigualdades presentadas, las especialistas coincidieron en la necesidad de cortar las brechas, que aseguradoras y empleadores rediseñen la cobertura de beneficios para aliviar la carga financiera para mujeres y promover la equidad y el bienestar de ambos géneros.
Asimismo, avanzar en la investigación médica centrada en las mujeres, toda vez que la falta de pruebas adecuadas y la tendencia a minimizar los síntomas femeninos como problemas de estilo de vida contribuyen a un sistema de salud que no siempre responde a las necesidades específicas de las mujeres.
