Calores históricos de un otoño casi sin agua ponen a NY ante una sequía inédita
Piden autoridades cautela en el uso del agua
Nueva York, 19 nov (EFE).- Una combinación de altas temperaturas y muy escasas lluvias han hecho que este otoño la sequía y los incendios se multipliquen tanto en Nueva York como en Nueva Jersey y han llevado a la Alcaldía de la ciudad a elevar la alerta al nivel 2 de un total de 3.
El Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) ha respondido a 271 incendios forestales entre el 29 de octubre y el 12 de noviembre en toda la ciudad, la cantidad más alta en un período de dos semanas en la historia de la ciudad de Nueva York, según los funcionarios.
La semana pasada, el cuerpo de Bomberos de la ciudad de Nueva York aplacó incendios en zonas boscosas de Inwood Hill Park, (extremo norte de Manhattan), y de Prospect Park, en Brooklyn. Mientras que el incendio forestal de Jennings Creek, a lo largo de la frontera entre Nueva Jersey y Nueva York, fue el mayor registrado en el estado de Nueva York en 16 años.
En la lucha contra el incendio, un bombero voluntario de 18 años, llamado Dariel Vásquez, murió el 8 de noviembre mientras limpiaba un área boscosa cuando un árbol cayó y lo golpeó.
Sequía histórica
Las condiciones de sequía en el noreste de Estados Unidos son las peores para esta época del año desde 2016. Tanto la ciudad de Nueva York como Filadelfia (Pensilvania) y Bridgeport (Connecticut), tuvieron sus octubres más secos registrados desde entonces, según el Centro Climático Regional del Noreste.
Mientras que las condiciones en Nueva Jersey son las más secas en casi 120 años, de acuerdo con el Servicio de Bomberos Forestales de ese estado.
La Gran Manzana no vio caer agua los primeros 29 días de octubre, a la sequía hay que sumarle las altas temperaturas de este otoño en Estados Unidos, lo que seca los suelos y la vegetación, aumentando así el riesgo de incendios forestales en todo el noreste.
Una emergencia de sequía podría llevar a la ciudad de Nueva York a imponer restricciones obligatorias en el uso del agua, y hasta el momento la Gran Manzana ha elevado la alerta al nivel 2 (de 3) -su primera en más de 20 años-, hasta pasar al grado de advertencia, previo al de emergencia.
El alcalde Eric Adams pidió este mes a los neoyorquinos que tomaran duchas más cortas y arreglaran los grifos y tuberías que gotean. Ayer ordenó parar la limpieza de calles con agua, limitar el riego de los campos de golf, dejar de lavar los miles vehículos municipales y las estaciones de metro y cerrar fuentes ornamentales.
El demócrata fue un paso más lejos para prevenir incendios y anunció una nueva prohibición de hacer parrilladas en los parques de la ciudad. Nueva Jersey y Connecticut ya sufren este tipo de restricciones desde octubre. Es por el momento la única orden dirigida a los ciudadanos, poco acostumbrados a la sequía en una ciudad donde la lluvia nunca ha faltado.