México, sexto país de la OCDE con más solicitudes de asilo
En 2023 registró 140 mil 980 peticiones
Cd. de México, 19 nov (Crisol).- Entre los países que recibieron el mayor número de solicitudes de asilo en 2023, México registró 140 mil 980 peticiones, sobre todo de haitianos, hondureños y cubanos, lo que nos ubica como el sexto país con más solicitudes de asilo de las naciones que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
De acuerdo con su estudio Perspectivas de la Migración Internacional 2024, la OCDE señala que, en 2022 México recibió al menos 76 mil nuevos migrantes a largo plazo o de forma permanente, incluidos los de cambio de estatus, esto es un 12 por ciento más que en 2021.
La migración permanente entre los 38 países de la OCDE rompió un nuevo récord al llegar a los 6.5 millones de migrantes, al igual que el número de migrantes temporales y solicitantes de asilo. En 2022 la cifra de migrantes sumó los cinco millones 976 mil 977, lo que significó que el año pasado hubo un aumento de nueve por ciento.
Este aumento tiene que ver con un incremento de 16 por ciento de familias migrantes y del aumento de 20 por ciento de la migración humanitaria, además de que no se contabilizaron los 4.7 millones de refugiados ucranianos.
Estados Unidos, Alemania, España, Canadá y Francia fueron los cinco países que más recibieron peticiones de asilo en el 2023.
En su informe sobre Migración, el organismo resalta que Estados Unidos recibió 43 por ciento del total de peticiones de asilo para las naciones que conforman la OCDE, con más de un millón 170 mil nuevas solicitudes. La mayor cantidad de solicitudes se recibió de venezolanos, seguido de colombianos, cubanos, nicaragüenses y haitianos.
Los principales países de origen de los solicitantes de asilo dentro de la OCDE en 2023 fueron Venezuela, con 270 mil; Colombia, 203 mil; Siria, con 171 mil, y Afganistán, 150 mil, seguidos de Haití, Cuba, Turquía y Nicaragua.
Estos elevados flujos, subraya el estudio, han alimentado una preocupación generalizada sobre el impacto de los migrantes en las economías y sociedades de los países receptores, colocando la gestión de la migración y el control de fronteras en la cima de las agendas políticas y en el centro de los intereses de los votantes en las elecciones de 2024.