La celebración de reapertura incluirá un espectáculo musical y una misa
Cd. de México, 4 dic (Crisol).- Este fin de semana, la emblemática catedral de Notre Dame de París volverá a recibir al público tras una restauración que tomó cinco años, marcando el fin de una etapa histórica para uno de los monumentos más icónicos del mundo.
La celebración de la reapertura incluirá un espectáculo musical el sábado 7 de diciembre y una misa solemne al día siguiente, eventos diseñados para honrar el renacer de este símbolo cultural y espiritual.
El presidente francés Emmanuel Macron, quien hizo de la restauración de Notre Dame un objetivo personal desde el incendio que devastó su tejado y estructura en abril de 2019, estará presente en las ceremonias.
Macron, enfrentando actualmente desafíos políticos, ve este evento como una oportunidad para reafirmar su compromiso con el patrimonio cultural de Francia. La reapertura también contará con la participación del presidente alemán Frank-Walter Steinmeier, y del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su primer viaje internacional desde su victoria electoral, mientras que el Papa Francisco decidió no asistir, priorizando un congreso religioso en la isla de Córcega el próximo día 15.
La ceremonia de reapertura tendrá dos momentos principales: un espectáculo musical de carácter más popular y una ceremonia religiosa estrictamente litúrgica. El espectáculo del sábado por la noche contará con la participación de figuras destacadas como el director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel y el pianista chino Lang Lang.
En el ámbito de la música pop, la estrella franco-beninesa Angélique Kidjo y el cantante canadiense Garou completarán el cartel. Este concierto de gala, que comenzará a las 20:05 GMT, se llevará a cabo frente a la imponente fachada de la catedral, donde un máximo de tres mil invitados podrá disfrutar del evento.
La misa solemne del domingo marcará el retorno de Notre Dame a su función espiritual, recordando su papel central en la vida religiosa y cultural de Francia. El gobierno francés también ha convocado a un centenar de dignatarios internacionales para presenciar este evento, subrayando la importancia global de la catedral.
La reapertura de Notre Dame no solo simboliza la resiliencia de un monumento que ha resistido siglos de historia, sino también la capacidad de la humanidad para restaurar y preservar su patrimonio más preciado frente a la adversidad.
