Internacional

Envió la bendición Urbi et Orbi y condenó “la carrera de rearme”

En su última aparición pública, el Domingo de Resurrección

Ciudad del Vaticano, 21 abr (EFE).- En el balcón de la logia central de la fachada de la basílica de San Pedro el papa Francisco envió la bendición Urbi et Orbi este domingo de Resurrección, deseó “Buena Pascua” y en su mensaje final condenó la “carrera de rearme”.

Horas antes de su muerte, el papa, quien estuvo ausente en todos los ritos de la Semana Santa debido a la neumonía bilateral que padecía, sorpresivamente recorrió la plaza en papamóvil, no llevaba las cánulas nasales para el oxígeno, incluso durante varios minutos detuvo el vehículo para bendecir a algunos niños.

Ante cerca de 50 mil personas en la plaza de San Pedro para la misa del Domingo de Resurrección, el maestro de ceremonias, Diego Ravelli, leyó el mensaje del papa donde lamentó los conflictos y males del mundo:

“Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánta violencia percibimos a menudo también en las familias, contra las mujeres o los niños. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes”.

Y rechazó “la carrera general para el rearme” e instó “a usar los recursos disponibles para ayudar a los necesitados, combatir el hambre y promover iniciativas que impulsen el desarrollo”.

“La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme. La exigencia que cada pueblo tiene de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general al rearme”, aseveró Francisco.

Dramática e indigna crisis humanitaria en Gaza
“Quisiera que volviéramos a esperar en que la paz es posible”, deseó el papa antes de empezar a enumerar los conflictos en el mundo en un nuevo duro mensaje.

Expresó su preocupación por “el creciente clima de antisemitismo que se está difundiendo por todo el mundo” y también por “la comunidad cristiana de Gaza, donde el terrible conflicto sigue llevando muerte y destrucción, y provocando una dramática e indigna crisis humanitaria”

Y entonces apeló “a las partes beligerantes: que cese el fuego, que se liberen los rehenes y se preste ayuda a la gente, que tiene hambre y que aspira a un futuro de paz”.

En otro pasaje de su mensaje, aunque sin hacer referencia a la guerra en Gaza, Francisco criticó los ataques a hospitales y operadores humanitarios.

También instó a rezar “por las comunidades cristianas del Líbano y de Siria, así como por Yemen, “que está viviendo una de las peores crisis humanitarias prolongadas” del mundo a causa de la guerra”, e invitó “a todos a buscar soluciones por medio de un diálogo constructivo”.

Una paz justa y duradera en Ucrania.
Francisco también pidió “que Cristo resucitado infunda el don pascual de la paz a la martirizada Ucrania y anime a todos los actores implicados a proseguir los esfuerzos dirigidos a alcanzar una paz justa y duradera”, así como “que se llegue pronto a la firma y a la actuación de un Acuerdo de paz definitivo entre Armenia y Azerbaiyán” y que se eviten tensiones en los Balcanes occidentales.

Y que “llegue la paz y consuelo a los pueblos africanos víctimas de agresiones y conflictos, sobre todo en la República Democrática del Congo, en Sudán y Sudán del Sur, y sostenga a cuantos sufren a causa de las tensiones en el Sahel, en el Cuerno de África y en la Región de los Grandes Lagos”. También pidió ayuda para Birmania.

Related Articles

Back to top button