Renueva el corrido mexicano con historias de mujeres sobrevivientes de feminicidio
Ciudad de México, 7 may (EFE).- “¿Qué hubiera pasado si mi amiga (víctima de feminicidio) hubiera matado a su agresor?,” esa fue la pregunta que llevó a la cantante mexicana, Vivir Quintana a conocer las historias de mujeres encarceladas por defenderse y matar a sus agresores.
Durante 10 años visitó a mujeres que fueron encarceladas tras defenderse y, al hacerlo, matar a sus abusadores. De ahí surgió su álbum “Cosas que sorprenden a la audiencia”, con corridos que abordan casos de «mujeres reales que defendieron su vida» de la violencia machista.
«Empecé a investigar y me di cuenta de que en México había muchas mujeres que se habían defendido de sus agresores y habían sido privadas de su libertad física, eso se me hizo super incongruente e injusto (…) Y, en este caso, quise usar la música, mi voz y mis palabras para contar estas historias”, dijo Quintana a EFE en su país natal, donde en promedio diez mujeres son asesinadas al día.
Desde ‘Canción sin miedo’, un himno al feminismo que recién cumplió cinco años, la artista decidió acompañar su trayectoria de activismo y rebelión musical basada en «otras narrativas». En este caso renovar los corridos “misóginos y violentos”.
Por eso, detalla, estos diez corridos tenían que concebirse «en primera persona» y alejados de «la violencia y la misoginia» asociadas a este género popular.
Para salir de la visión «aspiracional e incluso pedante» de los narcocorridos de moda, Quintana explica que tuvo que «deshacer el género y volverlo a formar».
Se trata, señala, de «contar historias reales», como la de Yakiri Rubio, la protagonista de ‘La Nochebuena más triste’, y uno de los casos más recordados en la Ciudad de México sobre legítima defensa con exceso de violencia.
«Nos conocimos en 2020 para hacerle un corrido y el proceso fue muy lindo y sanador para ambas», asegura, acerca de su ahora amiga Yakiri, quien estuvo presente en el estreno del disco que ya está disponible en Spotify.
«El día que escuché (mi corrido) recuerdo que a los cinco segundos empecé a llorar, y no llorar de un tema que me traiga malos recuerdos, es una cuestión de saber que sigo viva (…) Hoy vivir esta canción puede servir para inspirar a otras mujeres, a saber que tenemos derecho a defendernos y a que podemos seguir vivas», sostiene Rubio.
