Hallan 26 nuevas especies de bacterias resistentes a condiciones extremas

Las especies “extremotolerantes” sobreviven a radiación en instalaciones de la NASA
Cd. de México, 2 jun (Crisol).- Un equipo de científicos de la NASA descubrió 26 nuevas especies de bacterias en las “salas limpias” del Centro Espacial Kennedy, en Florida, una de las instalaciones supuestamente más controladas del mundo y utilizadas para preparar naves espaciales.
El equipo del Jet Propulsion Laboratory, mencionó que estas bacterias son desconocidas, pero que logran sobrevivir en condiciones extremas como la radiación, la escasez de nutrientes y la presencia de desinfectantes potentes, por lo que son denominadas “extremotolerantes”.
El hallazgo, publicado recientemente en la revista Microbiome, pone en duda la completa esterilidad de estos espacios, diseñados específicamente para evitar cualquier forma de contaminación biológica durante las misiones al espacio.
Las “salas limpias” de la NASA son conocidas por ser el espacio donde las naves espaciales y sus cargas útiles se ponen en cuarentena, antes de los lanzamientos y al reingresar a la Tierra, para prevenir la contaminación ambiental por microbios y mantenerlas libres de partículas potencialmente dañinas.
Las bacterias fueron halladas en el Payload Hazardous Servicing Facility, una sala de alta seguridad donde se preparó la sonda Phoenix Mars, lanzada en 2007 para explorar el Marte.
Durante los procesos de mantenimiento y limpieza, los científicos recolectaron un total de 53 cepas bacterianas a partir de superficies y materiales presentes en el entorno. De ellas, 26 resultaron ser completamente nuevas para la ciencia.
Para los investigadores, este descubrimiento tiene importantes implicaciones para la exploración espacial, ya que, si bacterias terrestres pueden sobrevivir a los rigurosos controles de las salas limpias, existe el riesgo de que también puedan soportar un viaje interplanetario.
Ello plantea serias preocupaciones en términos de bioseguridad, pues la presencia de microorganismos terrestres en otros cuerpos celestes podría interferir con la búsqueda de vida extraterrestre y comprometer la validez de los experimentos científicos.