Urge una acción climática inclusiva y equitativa
Cd. de México, 3 jun (Crisol).- Dos millones 500 mil personas podrían estar expuestas a condiciones climáticas extremas en 2050, entre ellas más de 200 millones de personas en situación de extrema pobreza, revela un informe de la Unesco y la fundación española La Caixa.
El estudio “¿Quién asume el coste? Cómo abordar las desigualdades derivadas del cambio climático y la acción climática”, apunta que hay 239 millones de personas en condiciones de extrema pobreza, con nulas o escasas posibilidades de superar su precaria situación socioeconómica en escenarios climáticos cada vez más amenazantes, por lo que es necesario protegerlos.
Los grupos de población vulnerables, como las mujeres, los pueblos indígenas, los niños y los trabajadores irregulares, corren un riesgo significativamente más alto, y se calcula que mil 400 millones de mujeres podrían verse directamente afectadas entre 2040 y 2060.
El autor principal del informe, Rodolfo Lacy, explicó que los resultados de la investigación indican que existen desigualdades significativas en cuanto a la exposición a los riesgos climáticos y a la capacidad de adaptación, sobre todo entre los grupos marginados y de bajos ingresos.
“Si la equidad y la justicia no se sitúan en el centro de las agendas climáticas, se corre el grave riesgo de agudizar las desigualdades actuales, socavar la estabilidad global y dificultar el objetivo compartido del desarrollo sostenible. El imperativo de una acción climática inclusiva y equitativa nunca había sido más apremiante”, puntualizó Lacy.
En este sentido, el director de Políticas Sociales de la Unesco, Gustavo Merino, comentó que el estudio propone integrar la equidad, la justicia social y los derechos humanos en las políticas climáticas para garantizar una transición “justa e inclusiva”.
“Los primeros efectos del cambio climático global afectan de una manera desproporcionada a países y comunidades que apenas han contribuido a la crisis, pero son extremadamente vulnerables a sus efectos”, enfatizó.
Según el estudio, el 10 por ciento de los países más ricos son responsables de casi el 50 por ciento de las emisiones globales, mientras que los países más vulnerables se enfrentan a complejas crisis de pobreza, falta de infraestructuras y estrés climático.
