Esto provocó que los miembros de Los Ardillos tomaran el control de la ciudad, bloqueando calles y carreteras, así como amenazando a la población.
Ante esta situación, la presidenta municipal Norma Otilia Hernández Martínez se reunió con los líderes del grupo delictivo para tratar de llegar a un acuerdo y lograr la pacificación de la región. La alcaldesa dijo que no fue para pactar nada, pero autoridades eclesiásticas señalaron que su presencia fue para tratar de calmar los ánimos y lograr un acuerdo entre las partes.
Finalmente, después de varias horas de negociaciones, el grupo delictivo Los Ardillos decidió levantar el bloqueo en Chilpancingo y permitir el libre tránsito por las calles. Esto fue posible gracias al esfuerzo conjunto entre las autoridades municipales y eclesiásticas para lograr un acuerdo pacífico entre las partes. Ahora, se espera que esta situación no vuelva a repetirse en Chilpancingo y que los habitantes puedan vivir en paz.
