Su carrera política se extendió por seis décadas, desde que aceptó su primer cargo público en 1963.Durante su vida, Muñoz Ledo fue testigo cercano de las tomas de posesión de los últimos 11 presidentes de México, y al último, Andrés Manuel López Obrador, le colocó la banda presidencial después de su triunfo en las elecciones de 2018. Al inicio de la actual administración manifestó su apoyo al presidente y hasta dijo que el proyecto transformador – heredero de la Independencia, la Reforma y la Revolución mexicana, según el propio mandatario,-, “debe perdurar más allá de la presidencia de López Obrador (2018-2024)”. “Me asusta y me preocupa que pueda haber un desfondamiento que interrumpa la continuidad del proyecto que para mí debe ocupar un período de la historia de cuanto menos tres sexenios”.
Muñoz Ledo fue un hombre con un profundo compromiso con México y con el bienestar social. Durante su vida fue reconocido por sus contribuciones a la democracia mexicana y a los derechos humanos. Fue un defensor incansable del Estado social y democrático de derecho como forma para lograr el progreso económico y social del país.
Además, Muñoz Ledo fue un gran promotor del diálogo entre los diferentes actores políticos para lograr acuerdos nacionales que permitieran avanzar en el camino hacia el desarrollo integral del país. Fue un firme defensor del federalismo como forma para garantizar los derechos humanos y promover el desarrollo regional equitativo.
Porfirio Muñoz Ledo fue un luchador incansable por los derechos humanos y por construir un México más justo e igualitario. Su legado será recordado por generaciones futuras como ejemplo a seguir para construir un país mejor para todos sus habitantes.
