Guatemala, de la producción de chicle al turismo como motor de crecimiento
Madrid, 8 oct (EFE).- El Gobierno de Bernardo Arévalo está empeñado en superar la imagen de Guatemala como país inseguro y violento y apuesta por convertir el Turismo en motor de la economía nacional, con la activa participación de las comunidades indígenas, asegura a Efe el ministro guatemalteco Harris Withbeck.
Withbeck, que dejó el periodismo para integrarse en el Gabinete de Arévalo al frente de Turismo el pasado enero, defiende que Guatemala “está cambiando” y “se trabaja mucho en la seguridad”, agregó el funcionario, quien asistirá a la Bienal Latinoamericana de Diseño en Madrid, que tiene como invitado al país centroamericano.
Aunque reconoce que “tenemos muchos retos” con el combate a la corrupción y el narcotráfico, afirma que se da en “áreas muy específicas”, alejadas de las zonas más turísticas, como Antigua, el lago de Atitlán o Tikal, “que son perfectamente seguras”.
“La narrativa que ha existido sobre Guatemala en el extranjero es cierta. Se ha hablado mucho de corrupción, de narcotráfico, de todo lo demás. Pero Guatemala ofrece mucho más”, “ofrece cultura viva, 3 mil años de historia, 37 volcanes, gastronomía, ofrece una oportunidad para realmente gozar de una biodiversidad impresionante”.
“El presidente dijo que él quiere que el Turismo se convierta en el motor de desarrollo económico del país, no ahora, porque hay que ser realista, pero de aquí a 20 años, nosotros estamos sembrando los cimientos de eso”, asegura.
Un museo en mitad de la selva
Para “hablar de Guatemala de otra manera”, Withbeck destaca la importancia de incluir a las comunidades indígenas en la gestión del turismo a través de ejes como la tradición textil y la gastronomía. Buscamos ayudar a las comunidades para preservar las tradiciones, por ejemplo, mediante rutas de artesanía o la creación del Centro Nacional de Artesanías y Textiles.
Un ejemplo de autogestión, subraya en la entrevista con Efe, se está produciendo en el Petén, uno de los pulmones de América, donde las comunidades manejan las concesiones forestales.
Una de estas aldeas, próximas a Tikal, nació de la explotación del chicle en los años 20 y 30 del siglo pasado, cuando Guatemala era el principal exportador del mundo y se creaban pistas de aterrizaje en mitad de la selva para cargar los aviones. Hoy, la comunidad quiere rescatar uno de esos viejos aviones, colocarlo en la selva y crear un museo.
“Esto es un claro ejemplo de cómo una comunidad decide qué tipo de producto turístico quiere hacer y cómo trabaja de la mano de gobierno para lograrlo”, explica.
El turismo está entre las primeras fuentes de ingresos de Guatemala, pero el objetivo es atraer viajeros que pasen más días en el país y con mayor capacidad de gasto, agrega el ministro.