Baja desempleo en AL en 2024, pero persisten brechas de informalidad: OIT
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Insuficiente creación de empleo en los últimos años
Cd. de México, 12 feb (Crisol).- A cinco años de la pandemia por Covid-19, América Latina y el Caribe han logrado una relativa estabilidad en los principales indicadores laborales, sin embargo, persisten retos estructurales que afectan principalmente la calidad del empleo y profundizan las brechas, señala la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe “Panorama Laboral 2024 de América Latina y el Caribe”.
El documento revela que entre 2023 y 2024, la tasa de ocupación en la región aumentó en 0.5 puntos, alcanzando el 58.9 por ciento, mientras que la tasa de desocupación pasó de 6.5 a 6.1 por ciento.
No obstante, a pesar de estas mejoras a corto plazo, los niveles de participación en la fuerza de trabajo y de ocupación siguen siendo inferiores a los registrados en 2012, lo que refleja una insuficiente creación de empleo en los últimos años.
Al respecto, Ana Virginia Moreira Gomes, directora regional de la OIT para América Latina y el Caribe, destacó que “La región ha recuperado los niveles de empleo previos a la pandemia, pero el panorama sigue siendo preocupante: estamos en el mismo punto que hace diez años. El crecimiento económico se desacelera y las deficiencias estructurales en la generación de empleo persisten”.
El informe también señala que la informalidad laboral sigue siendo una característica predominante del mercado de trabajo en la región, con una tasa en 2024 del 47.6 por ciento, ligeramente menor que en 2023, cuando fue de 48 por ciento.
Esto representa un reto para la calidad del empleo y la inclusión social, ya que implica que casi la mitad de las y los trabajadores de América Latina y el Caribe tienen contratos precarios, ingresos inestables, falta de seguridad social y mayor vulnerabilidad económica.
Si bien algunos países de la región han avanzado en la transición hacia la economía formal, en otros el empleo informal sigue representando un porcentaje alarmante de la ocupación. Estas altas tasas continúan dificultando el logro del trabajo decente.
Asimismo, y a pesar de los avances, la brecha laboral entre hombres y mujeres continúa siendo una preocupación central; en 2024, la tasa de participación femenina se mantuvo en 52.1 por ciento, muy por debajo de la de los hombres que llegó a 74.3 por ciento, advirtió el informe de la OIT.
Además, las mujeres ganan en promedio un 20 por ciento menos que los hombres, y siguen siendo expuestas a mayores tasas de desocupación y empleos de menor calidad, indica el estudio.