México no tiene margen de maniobra para responder a la imposición de aranceles
Cd. de México, 8 abr (Crisol).- México se encuentra en un estado de debilidad para negociar con Estados Unidos, por lo que tiene un margen de maniobra muy estrecho y no puede responder con aranceles a los impuestos por la Unión americana, ya que el 80 por ciento de sus exportaciones tienen como destino ese país, advirtió el profesor Héctor Arturo Oropeza García, del Instituto de Investigaciones Jurídicas la UNAM.
En la mesa de diálogo “América del Norte: los retos de su integración”, el académico señaló que nuestro país se ha quedado como maquilador y ensamblador, al renunciar a la posibilidad de generar un desarrollo más elevado como lo hizo Asia del este y China, en particular.
Comentó que la integración de América del Norte no es una prioridad para Estados Unidos y en la actualidad hay un desorden global que nos llevará a la configuración de un nuevo orden. México, América Latina y el resto del mundo deben aceptar el regreso del imperialismo norteamericano, así como la inauguración de una nueva era de “guerras” territoriales, manufactureras, digitales y culturales, añadió.
Para Oropeza García, a partir de 1994, cuando entró en vigor el entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte, la industria nacional vino desapareciendo.
“Cometimos el gran error de creer que con la maquila podíamos salir adelante. Nos equivocamos al pensar que era un proyecto de desarrollo integral estratégico, lo cual no ha sido ni puede serlo”.
Ahora, abundó, hay una propuesta del Plan México que intenta cambiar el error que significó olvidar a la industria. “Estamos frente a un gran momento de oportunidad, pero el primer reto es romper los mitos en los que hemos vivido”, advirtió.
A su vez, Isidro Morales, de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, refirió que el regreso de Trump a la presidencia es una vuelta al neoimperialismo al pretender recuperar el Canal de Panamá, anexarse Groenlandia o Canadá, el desplazamiento de los palestinos y el despliegue de fuerza que pisotean el derecho internacional.
Con la imposición de aranceles ha derribado lo que quedaba de la Organización Mundial de Comercio y ha roto acuerdos con Europa, argumentó.
En este momento las “cartas” de México no son las de la fuerza; esas no funcionan. Se requiere articular una estrategia de defensa mediante un “escudo diplomático” y repensar el papel que queremos desempeñar frente a Estados Unidos.
