Plantea a propietarios realizar un plan de contingencia ante futuros desastres
Héctor Briseño
Más de 150 hoteles en diferentes sectores de Acapulco registraron daños tras el paso del huracán John, que provocó lluvias intensas del 23 al 27 de septiembre pasado en el puerto y otros municipios de la entidad, advirtió la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur) de Acapulco.
El documento, presentado por Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Canaco-Servytur Acapulco, señala que en la zona Tradicional se registraron daños en 980 habitaciones de 26 hospederías, que sufrieron afectaciones en losas, pintura, humedad en camas y equipos y en dos casos deslave en instalaciones.
En la zona Dorada resultaron 890 habitaciones con daños en 93 hoteles, que sufrieron losas dañadas, infiltración de agua y daños en camas y televisores.
En la zona Diamante se tomó registro de daños en 360 cuartos en 36 hoteles, que tuvieron pérdida de camas, televisores y refrigeradores, así como en equipos de montaje, techos y pintura.
En Pie de la Cuesta se registraron 73 habitaciones con daños en 26 hoteles, que tuvieron pérdida total de equipo de habitaciones, daños en restaurantes de playa y destrucción de palapas y mobiliario de playa.
En San Andrés Playa Encantada hay 45 cuartos perjudicados en 10 hoteles, con filtraciones e inundaciones, pérdida de enramadas y cabañas, y daños en sistemas de enfriamiento y conservación.
Mientras que en la playa Bonfil hay daños en 65 cuartos de 15 hoteles y 40 restaurantes de playa afectados, con la pérdida de enramadas y cabañas, daños en sistemas de enfriamiento y conservación, pérdida de mobiliario de playa, además de la falta de luz y pérdida de insumos.
La Canaco-Servytur planteó a propietarios de establecimientos realizar un plan de contingencia para futuros desastres, invertir en la reparación y mantenimiento de infraestructura, y fomentar la colaboración entre el sector público y privado para recuperar la capacidad turística de Acapulco.
Entre las solicitudes realizadas a las autoridades, Martínez Sidney señaló la suspensión del pago de energía eléctrica por un año para aliviar la carga financiera de los negocios y facilitar su reapertura, así como créditos blandos, entre otros apoyos directos a empresas que perdieron todo su patrimonio, así como prórrogas en pagos ante el IMSS, Infonavit y Sistema de Administración Tributaria.
Además, un programa de empleo temporal enfocado en la limpieza y restauración de áreas turísticas y comerciales; la realización de campañas de salud y atención psicológica para el manejo del estrés postraumático, brindando apoyo emocional y mental a los habitantes afectados.
